08 agosto 2007

96 - Cosas del Fútbol...

Un lector nos envió por e-mail una nota que habla de fútbol. Sobre lo que no se ve.
Puertas adentro.
(Christian Bassedas, El rifle Pandolfi y Damián Manosovich interpelados por el filósofo Tomas Abrahám).

...De algo me enteré. Quería saber si los técnicos les hablaban del rival y de qué modo. Qué era una charla técnica y cuándo se hacía. No son cualquier futbolista, tuvieron como técnicos, entre otros, a Bianchi y Bielsa. Bueno, en fin, la semana del futbolista es así: lunes los que jugaron, jueguitos livianos y recreativos, los otros a laburar. Martes ejercicios físicos, miércoles fútbol, jueves charla técnica. Se habla del rival y pibes de las inferiores hacen de algún jugador que hay que marcar. Luego, viernes, sábado, no me acuerdo. Domingo, antes del partido, charla técnica. La del jueves no es minuciosa. No se quiere hablar mucho del rival para que los jugadores no se hagan el bocho durante la semana y lleguen demasiado tensos al partido. Se dicen cosas breves y claras.
Me dijeron que hay técnicos que ni saben hablar. Otros están más preparados. Por lo general de psicología no saben nada. Hay jugadores que se levantan con un grito, otros se les vuelven en contra (me citaron a Riquelme).
Contaron que en un partido, Ramón Díaz en el entretiempo quiso corregir algo y no se entendió nada, de tan pocas palabras que tenía. Por eso Hernán Díaz y Francescoli, en el túnel, decidieron qué había que hacer.
Hay técnicos intuitivos como Basile y el Bambino, otros más estudiosos. Bielsa no mira a los ojos, pero enseña mucho. Los videos los pasa por grupos. A los defensores les pasa videos para defensa, y así en más. Se sabe que si los jugadores tienen que estar noventa minutos prestando atención a todo, se distraen, se aburren, y terminan pegándole un chicle en la nuca al que está sentado delante.
Dijeron que Bianchi es un tipo simple, de barrio, que nombra a los jugadores por su nombre, eso les gusta. Me llamó la atención algo que dijo Bassedas, que desde los diez años tienen una autoridad para obedecer, se pasan la infancia y la adolescencia obedeciendo. Me di cuenta de que una cosa es jugar a la pelota y otra al fútbol.
Pregunté qué pasaba en el entretiempo cuando las cosas no salían bien, qué hacía el técnico. Manusovich me contó que una vez en San Lorenzo, estaban por ganar el campeonato, y en el partido definitorio las cosas andaban mal. Mientras estaban en el vestuario en el descanso, entró el Bambino poseído y a los gritos con un balde lleno de agua. Creían que se los iba a tirar por la cabeza. Agarró un montón de camisetas y las metió en el agua y las sacaba chorreando, mientras les aullaba: “así van a quedar las camisetas de ustedes cuando termine el partido, pobre del tipo que no me salga del campo con la camiseta chorreando así. No me importa que ganen o pierdan, pero con la ropa así los quiero ver”, luego se fue con un portazo. Me dijo que con tal de no volver a escuchar gritos así corrieron como conejos y ganaron el torneo del 95.Eso es lo que se llama motivador. Resaltaron que un jugador referente, caudillo, ejemplo, es fundamental. Me hablaron del flaco Pellegrino, el de antes, el que se fue a Europa, y de Trotta, los primeros en entrenar y al pie también a la hora de la joda. No pude preguntarles qué joda.

Pastayminones.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

muchachos, que pasa con el libro de visitas?

Anónimo dijo...

che q onda con el libro ??? da ponganse las pilas !!!!!!AGUANTE EXCURSIOOOOOOOOO