Sabemos que muchos lectores se quedaron con ganas de leer como seguia la novela entre hernan biganzoli y gabriel rodriguez....
Este último sábado se volvió a escribir una nueva página de esta conmovedora historia de amor.
Como sabrán, en la nota nº 67 se hablo de un distanciamiento, tal vez provocado por la lejanía física. Por este motivo a Gabriel se lo noto muy ansioso en toda la semana, ya quería que fuese sábado.
El gran día llego y Gabriel recibió la llamada que cambio tristeza por alegría. Hernán, que estaba desde las 8 de la mañana en la Petrobrás, puso como punto de encuentro sector atrás del arco de la calle Pampa. Los 2 en ese instante recordaron con cariño los momentos vividos en ese sector, los abrazos y besos en cada gol, las miradas cómplices, o los insultos al árbitro.
A las 15:15 hs ocurrió el gran esperado reencuentro, testigos involuntarios como Mariano Vitale o Joaquín Silva no pudieron contener el llanto al ver que estos grandes amigos se volvían a encontrar. Desde la platea se lo oyó gritar a "cuqui" Masciotra
Este último sábado se volvió a escribir una nueva página de esta conmovedora historia de amor.
Como sabrán, en la nota nº 67 se hablo de un distanciamiento, tal vez provocado por la lejanía física. Por este motivo a Gabriel se lo noto muy ansioso en toda la semana, ya quería que fuese sábado.
El gran día llego y Gabriel recibió la llamada que cambio tristeza por alegría. Hernán, que estaba desde las 8 de la mañana en la Petrobrás, puso como punto de encuentro sector atrás del arco de la calle Pampa. Los 2 en ese instante recordaron con cariño los momentos vividos en ese sector, los abrazos y besos en cada gol, las miradas cómplices, o los insultos al árbitro.
A las 15:15 hs ocurrió el gran esperado reencuentro, testigos involuntarios como Mariano Vitale o Joaquín Silva no pudieron contener el llanto al ver que estos grandes amigos se volvían a encontrar. Desde la platea se lo oyó gritar a "cuqui" Masciotra
“arriba los fowards, arriba el amor!!!!” .
La amargura de la derrota no opaco esta linda historia.
Robert Vittek.
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